Cerveza, fiesta y color verde por doquier, así es el Día de San Patricio o, en inglés, St. Patrick’s Day. Esta festividad, aunque es propia de Irlanda, se ha expandido a Estados Unidos, México y otras naciones de América Latina y Europa. En estos países, la celebración se limita a convivir, escuchar buena música y tomar cerveza color verde en pubs, pero en otros lugares se llevan a cabo grandes fiestas, desfiles, banquetes y carnavales.
Los duendes son los protagonistas de esta celebración y seguramente ya has escuchado de ella en bares con temática irlandesa como el McCarthy’s Irish Pub.
Sin embargo, como especialista de tarot online dentro del mundo esotérico, siempre me he cuestionado la existencia de estos seres mitológicos y si verdaderamente son duendes reales.
¿Qué son los duendes?
Los duendes son unos seres mágicos que han dado lugar a todo tipo de leyendas. Además, y a diferencia de otros personajes mitológicos, se habla de verdaderos duendes reales en todos los países del mundo, con total indiferencia de que pueblos los hubieran habitado antes o la mitología propia del lugar. Aunque en Irlanda no hay muchas historias sobre los duendes, porque tienen los suyos propios: los leprechauns, sí hay una leyenda un tanto peculiar.
Irlanda es un país que atesora numerosas leyendas, historias en las que los protagonistas son seres mágicos y misteriosos que lo pueden todo. Los leprechauns son uno de los seres de los que se tiene más temprana constancia en la antigüedad Irlanda.
Según recogen las leyendas, que han pasado durante siglos y siglos de padres a hijos gracias a la tradición oral, los leprechauns habitaban la isla y su aspecto era el de un duende, de los que aparecen en numerosos carteles y souvenirs irlandeses que conmemoran la celebración del día de San Patricio. Son pequeños seres vestidos de verde, con un gran sombrero que deja a la vista un pelo pelirrojo, así como una prominente barba del mismo color.
Los leprechauns fabrican o arreglan zapatos, y se dice que son muy ricos, pero también avariciosos. Su fortuna proviene de que custodian muchas vasijas de barro llenas de tesoros, que fueron enterradas en periodos de guerra y que nadie, salvo ellos, volvió a recuperar. Según la leyenda, si alguien logra fijar la mirada sobre un leprechaun, éste no puede escapar y le tiene que dar sus tesoros, pero en el momento en que se retira la mirada desaparece. En esencia son similares a otros seres de la mitología asturiana o gallega, como son los trasgus o los trasnos, respectivamente.
Los leprechauns son poco sociables, sobre todo cuando creen que sus tesoros corren peligro. Viven en los bosques, por lo que es habitual que se encuentren con viajeros perdidos, que llegan a ellos después de escuchar el sonido de un martillo cuando trabajan. Al verse descubiertos los leprechauns primero se muestran amables, pero en cuanto les preguntan por el oro cambian completamente de actitud. Pueden agarrar un berrinche tremendo, negar poseer tesoros, señalar un imaginario enjambre de abejas o un árbol a punto de desplomarse; todo lo que sea para distraerle.
En el mismo instante en que el humano le quita los ojos de encima, el leprechaun se esfuma. Si falla este truco, le quedan aún muchos recursos. Por ejemplo, puede volverse sorprendentemente generoso y, en un abrir y cerrar de ojos, comprar su libertad con una bolsa repleta de monedas de oro. Pero cuando los leprechaun rocían al humano con el oro es mejor no endeudarse demasiado pronto, puesto que su regalo se convierte enseguida en cenizas o desaparece por completo.
Leyenda de san patricio
Una antigua historia relaciona a los duendes con San Patricio, el patrón de todos los irlandeses. Según cuenta la leyenda, tras haber fundado su primera iglesia, invitó a los paganos celtas a convertirse al cristianismo. Después de haber realizado varios milagros, la fe cristiana comenzó a asentarse y a ganar adeptos rápidamente en todo el país. Esta actitud supuso un duro revés para los druidas, que eran los sacerdotes de los dioses paganos, que tuvieron que poner en marcha un plan, ante el temor de que el cristianismo finalmente triunfase y relegase a sus deidades a un segundo plano.
Entonces, invocaron a una tropa de duendes, reales a las druidas, y la enviaron a la iglesia de San Patricio con la única intención de que le hicieran la vida imposible al monje y a todos aquellos que habían cambiado de fe y se estaban convirtiendo al cristianismo. Lo que hicieron los pequeños seres mitológicos fueron pequeñas jugarretas a los feligreses, que comenzaron a quejarse porque no los dejaban rezar y sufrían un sin fin de desmanes en el templo.
En ese momento el santo decidió hacerles frente, sabiendo que era obra de los druidas. Una vez dentro del templo, los enfrentó con las siguientes palabras: «En nombre de Dios Todopoderoso yo los expulso, espíritus impuros «. Estas pocas palabras sirvieron para que desterrase a los duendes de la iglesia, y con ellos consiguió que los druidas dejaran de molestar a los nuevos feligreses.
Es por eso que en Irlanda la imagen de San Patricio es muy utilizada aún a día de hoy para realizar exorcismos de duendes y protección contra estos, ya que se considera que los duendes no soportan la imagen del hombre que los desterró de la casa de Dios. Además, no es de extrañar que tampoco sean muy apreciados estos pequeños seres mitológicos por la Isla Verde. Aun así, se dice que el 17 de marzo, el día de la fiesta nacional, todos los duendes y demás seres endiablados salen de sus escondites para hacer de las suyas.
¿Duendes reales?¿Emocionante verdad? Ahora que ya conoces el comienzo del día de San Patricio, solo te queda vestirte de verde y salir a disfrutarlo.
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