Desde niño empecé a tener conciencia de todo lo que me rodeaba y de su mística. Crecí con un don: la fe a los ángeles, arcángeles y santos, y comenzó a crecer en mí la gracia de ver y percibir más allá de lo que a simple vista nadie puede explicar, el don de la adivinación.

¿Cómo y por qué sucedía? Crecí al mismo tiempo que fueron desarrollándose en mí aquellas facultades predictivas que me hacían tener contacto con mis ángeles, los cuales, me acompañaron en toda mi adolescencia hasta ahora.

A una edad temprana llegó a mis manos una baraja de cartas en la que comprobé que, al abrirlas, podía ver cosas que el resto ignoraba en ellas sin que nadie me enseñara lo que iba a suceder. Ahí fue justo el momento en que supe qué era el futuro y que, conociéndolo, podía ayudar a muchas personas.

Con apenas 20 años, empecé a dedicarme de lleno a esta profesión tan bonita a la que amo y entrego mi ser. Abrí mi primera consulta y empecé a trabajar en televisión. Llevaba muchos años echando las cartas a familiares y amigos y, para entonces, ya sabía lo que me gustaba y llenaba plenamente, y una de esas cosas era el tarot y su fuerza adivinatoria.

Interpreto todos los tipos de tarots existentes y, en especial, me identifico con el Tarot de los Ángeles, con el que me encanta ver la espiritualidad debido a mi conexión con estos. Utilizo el Tarot Rider Waite para analizar sucesos, los Arcanos Mayores de Marsella, el Tarot Español y mis viejitas, aquellas que hablan tanto… Realmente, entiendo todos los elementos de las barajas de cartas porque todas me hablan de igual manera.

Me apasiona la magia del mundo espiritual, también el crecimiento personal y el coaching, donde cada día evoluciona y crece un poquito más el alma en los acontecimientos de la vida. Además, tengo conocimientos de numerosas mancias: conocimientos sobre el más allá y seres espirituales, velas, reiki, arolo tifar, predicciones en los pozos del café, símbolos de protección, regresiones, esoterismo…

Me encanta ser sincero al 100% en cada una de mis consultas y decir siempre toda la verdad, sabiendo cómo decir las cosas. Prefiero una verdad a tiempo y ayudar a solucionar los problemas que puedan causar conflicto en la vida de mis consultantes. Me gusta dar rienda suelta a mi videncia y dejarla fluir siempre.

Nadie me enseñó a ser vidente ni a interpretar la cartomancia, es sencillamente un don con el que se nace, al igual que las mancias. En los programas utilizo diferentes tarots, cada uno bautizado con un nombre especial y único para mí. Me encanta enlazar y unir el significado de mis cartas a las percepciones e intuiciones que mis ángeles y mis seres de luz me transmiten.

Bajo la sencillez y la humildad de ser persona ante todo, me enorgullece saber que puedo ser un canal de ayuda y orientación en este mundo para aquellas personas que necesitan ver una luz en su camino. Mi destino es ayudar ante las fuerzas esotéricas.

Por último, me desvivo por ser un buen profesor y maestro del tarot y de sus significados e interpretaciones.

He creado mi propia escuela de enseñanza en el mundo del tarot y gracias a ella me siento orgulloso y satisfecho de haber formado a personas que actualmente son grandes profesionales de la cartomancia y de continuar formando constantemente a otras que lo serán en un breve espacio de tiempo.

Un beso enorme de chocolate para todos.