Cipriano escribió el famoso libro que lleva su nombre: El Libro de San Cipriano.
Antes de su conversión al Cristianismo, fue un reputado mago oscuro, brujo malo, brujo oscuro, brujo maligno…
Hoy en día es venerado por su intercesión para deshacer brujerías, trabajos de magias negras, hechicerías y mal de ojo.
En el mundo del esoterismo San Cipriano es el protector contra maldiciones.
Pero muy atentos y atentas porque para llegar a serlo, hubo una increíble y fascinante evolución en él. Os prometo que no quedareis indiferentes con la historia de San Cipriano, allá vamos…
Cipriano nació en Antioquía (Turquía). En el Siglo III formaba parte del Imperio Romano.
Sus padres y familia tenían una larga tradición mágica: fueron brujos y sacerdotes paganos.
Su padre lo educó para que llegara a ser sacerdote del templo de Júpiter.
Durante la adolescencia se inició en el aprendizaje de las Artes Mágicas.
- Aprendió los misterios de la Teúrgia (Magia Blanca).
- Con el tiempo se adentró en el arte de la Magia Goecia o Goetia (Magia Negra).
Adquirió tantos conocimientos en sortilegios, conjuros, brujería… Cuando estuvo listo, se sumergió en el mundo del ocultismo.
Viajó para aprender y aprender:
- Misterios de Deméter (Atenas)
- Astrología y Numerología (Frigia)
- Técnicas de Invocación y Evocación de Demonios (Viejo Egipto)
- Recibió clases del mismísimo Demonio Asmodeo (Hispania-España, en la Cueva de Salamanca). Allí aprendió la jerarquía de los espíritus infernales y como pactar con cada uno de ellos.
San Cipriano y la Brujería.
Regresó a Antioquía al cumplir los 30 años. Empezó a trabajar como Brujo alcanzando gran prestigio y notoriedad, se hizo muy reconocido por los éxitos de sus trabajos: sometía voluntades y deshacía maleficios.
Ejercía un poder increíble sobre los espíritus infernales, le obedecían en todos sus mandatos.
Se retiró a vivir solo a una cueva solitaria cerca de Antioquía. Deseaba entrar en contacto con las entidades más poderosas del inframundo. Para esto se dedicó a realizar siniestros rituales, ofreciendo espantosos sacrificios, así pudo contactar con el mismísimo Satanás, quien le enseñó sus infinidades de conocimientos ocultos.
Durante ese tiempo aprendió a utilizar y controlar la magia negra de brujo malo.
Fue justo ahí cuando decidió crear el Grimorio de los secretos de la magia negra.
El libro maldito que aterrorizó al mundo: El libro de San Cipriano.
Encuadernó su libro con piel humana y selló su pacto con fuerzas oscuras.
El auténtico libro de San Cipriano y no el que conocemos contiene:
- La Magia de San Cipriano.
- Los Hechizos de San Cipriano.
- Los Poderes de San Cipriano.
- Las Oraciones de San Cipriano.
Es por ello que desde el año 304 D.C que lo escribió fue considerado un libro maldito, creaba terror, muerte y maldiciones a su paso, fue escondido continuamente hasta nuestros días. Se cuenta que el auténtico libro de San Cipriano nunca fue leído completamente, daría poderes incontrolables a todo aquel que lo posea.
El Grimorio contiene unos rituales tan oscuros y peligrosos, el arte del brujo malo, que muy pocos se atreven a leerlo. Está escrito en una mezcla de latín antiguo y símbolos arcanos.
Aquellos que intentaban traducir sus escritos e inscripciones, encontraban un destino sombrío arrastrados a la locura, y condenados por las mismas fuerzas que invocaban.
Sus páginas prometían otras dimensiones y hechizos sobrenaturales, poderes más allá de la comprensión humana.
Durante la Edad Media la presencia del libro trajo desgracias a los lugares donde fuera o estuviera, dejando muertes y locura.
La Inquisición seguía su rastro y jamás consiguió encontrarlo.
En el año 1001 hallazgo del libro de San Cipriano en Alemania.
En el año 1580 fue encontrado por un monje Franciscano en un pequeño pueblo de Galicia (España).
Pero retomemos la historia de San Cipriano, en otra ocasión os seguiré hablando sobre su libro.
Regresó a la ciudad de Antioquía convencido de conseguir grandísimos poderes, los poderes de un brujo malo.
Cuando salía de hacer un sacrificio en el Templo de Mercurio, un joven llamado Agladio le pidió ayuda para conseguir el amor de una muchacha ¨Justina¨, Cipriano accedió a cambio de una importante cantidad de dinero. Pero ocurrió algo inesperado, cuando Cipriano vio a la muchacha, decidió emplear sus artes mágicas y brujería de brujo malo, para que se enamorara de él mismo.
El Brujo malo hechicero realizó sus rituales y hechizos, pero comprobó que nada de lo que hacía daba resultado. Tras muchas veces intentándolo con fórmulas más poderosas, todo seguía igual.
Lo que pasaba es que Justina era Cristiana y creía con fe ciega en Dios. Pedía y rezaba bajo la intercesión de María Santísima.
En las líneas de su mano derecha tenía el símbolo de la Cruz de San Bartolomé. ¨Esta cruz tiene poder contra todo tipo de maldiciones, hechizos y encantamientos¨. Quien la posea siempre está libre de todas brujerías.
Irritado profundamente invocó y llamó a Satanás. Le preguntó ¿Por qué todo su poder y brujería maligna de brujo malo, se veía humillado por tan joven y bella mujer?.
Satanás estaba furioso y le contestó que Justina tenía su fe en alguien más poderoso que él. Aquel que tenía tres nombres: Padre, Hijo y Espíritu Santo, y al mismo tiempo era uno solo: DIOS. En ese justo instante desapareció.
Cipriano quiso conocer a Dios y fue a hablar con Justina. Ahí comenzó el cambio del brujo malo hechicero, al que llegó a reconvertirse en buen Cristiano.
Justina le habló de Dios y le despojó de sus malas energías, oscuras ideas de brujo malo y maldiciones.
Agladio se enamoró de ella y le pidió matrimonio, pero ya se había ofrecido a Jesucristo. por eso acudió a Cipriano, para que aquella mujer se doblegara a sus deseos.
Justina con el tiempo le presentó al Obispo Eusebio, quien le enseñó la Doctrina Cristiana, le hizo entender los errores de su pasada vida utilizando sus hechizos de brujo malo. Tras su Reconversión estuvo predicando el Evangelio, y después llegó a convertirse en Sacerdote.
Cuando murió el Obispo Eusebio, Antioquía por unanimidad lo nombró Obispo.
La fama de Cipriano llegó tan lejos de reconvertir a Cristianos, que el emperador lo mandó juzgar junto a Justina (quien lo guío a ello).
Ante el Tribunal de Capadocia fueron juzgados y obligados a renegar de Dios y Jesús.
Se negaron por primera vez y fueron azotados en público.
Se negaron por segunda vez, fueron sentenciados a ser quemados con aceite hirviendo hasta morir en un caldero. Milagrosamente no les pasó nada, y el juez Atanasio se lanzó al aceite caliente pensando que era un truco, y murió al instante, de inmediato.
Tras el suceso fueron mandados a Nicomedia, donde fueron juzgados de nuevo.
Condenados a muerte el 26 de Septiembre del año 304 D.C. Decapitados a orillas del Río Galo. Seis días después recuperaron los restos de San Cipriano y Justina.
La oración de la Cruz de Caravaca fue escrita por San Cipriano, en el momento que se enteró de su segunda y última condena, aquella que lo llevó a la muerte. Con el paso del tiempo dicha oración, se convirtió en una de las más poderosas del mundo entero, fue la última de las Oraciones de San Cipriano.
A continuación quiero recomendaros unos velones super poderosos de San Cipriano para la protección, para deshacer brujerías, trabajos de magia negra, hechicerías, mal de ojo…
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Espero que os haya gustado este Post del Brujo Malo que un día llegó a convertirse en Santo, San Cipriano.
Y ya sabéis, no dudéis en buscar su ayuda para romper con las energías negativas más oscuras.
Hasta mi próxima publicación. Muchos Besitos de Chocolate.